Ya están aquí las ciberbibliotecas

31.10.2010 12:34

 

De lúgubres salas, mal iluminadas y peor ventiladas, donde libros y polvo se acumulaban en interminables estanterías, a modernos edificios con altos techos y muros de cristal, sofás donde descansar entre lectura y lectura y todas las modernas tecnologías al alcance. La red de bibliotecas públicas madrileñas ha cambiado en el fondo y en la forma, y hoy reúne 44 centros en la capital y 215 en toda la región madrileña, con más de un millón de volúmenes disponibles, 2.160 puestos de lectura, 447 puestos de hemeroteca, 299 puestos de internet y 47 puestos de visionado. Y con las últimas tecnologías a disposición de los usuarios.
La última de las inauguradas, esta misma semana, es la “María Zambrano”, situada en el centro cultural Eduardo Úrculo del distrito de Tetuán. En ella, además de acceso a Internet, wi-fi, documentos electrónicos o catálogo on-line, existe también un servicio de libros electrónicos, con tarjetas de memoria que contendrán 1.000 títulos y que se prestarán por periodos de un mes. Un servicio que se irá extendiendo paulatinamente al resto de estos equipamientos.
Las bibliotecas públicas hoy –tanto las municipales como las regionales, sin olvidar las que pone a disposición de los ciudadanos la Obra Social Caja Madrid-, prestan a sus usuarios catálogos por PC, materiales audiovisuales y publicaciones periódicas. Ofrecen puestos de lectura convencionales, pero también espacios habilitados con ordenadores y acceso a Internet, con un tiempo máximo de utilización del servicio de una hora. Cuentan con catálogos on-line de sus fondos, disponen de wi-fi y, en definitiva, ponen todos los recursos tecnológicos del siglo XXI al alcance de los usuarios.
Arquitectónicamente, también han cambiado mucho. Quien tenga dudas, sólo tiene que acercarse, por poner un ejemplo, por la Biblioteca regional Luis Rosales, de Carabanchel, dotado de un muro de vidrio en sus dos plantas superiores que permite contemplar una impactante vista de la ciudad, y que cuenta también con zona de sofás y cómodos sillones donde continuar la lectura. O visitar la Biblioteca Regional Joaquín Leguina, sobre la antigua fábrica de cervezas El Aguila, un centro impresionante con 370.000 libros, 64.000 registros sonoros y 22.000 vídeos disponibles.
El incremento experimentado en el número y dotación de estos equipamientos ha ido en progresión geométrica, de manera que “en los últimos ocho años, se han puesto a disposición de los ciudadanos tantos metros cuadrados de bibliotecas como en los 25 años anteriores”, como aseguró recientemente el alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón.
Junto a ello, también están los doce módulos del Bibliometro puestos en marcha por los Gobiernos regional y local, y que son utilizados por 75.000 madrileños. Y la red de bibliobuses, que recorren cada año más de 200.000 kilómetros llevando la biblioteca a la puerta de casa.
Para utilizar los servicios de una biblioteca pública sólo es necesario obtener el carné, que se consigue de forma gratuita previa presentación del DNI. Los últimos datos oficiales señalan que, en el pasado mes de septiembre, el libro más prestado ha sido “Milenium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire”, de Stieg Larsson. Y como material audiovisual, el CD “Loba”, de Shakira.